Se trata de un insecto color ocre o marrón oscuro, que mide entre 2 y 4 cm. de largo y tiene sus patas anteriores engrosadas preparadas para cavar túneles.
Es de hábitos subterráneos y excava galerías superficiales en el suelo durante la noche alimentándose de raíces y otros órganos de las plantas que se encuentran enterrados, pasando el día en galerías más profundas.
Provoca severos daños en el césped, originando manchones que confluyen. Al principio se observan pequeñas montañitas de tierra floja, muy notorias por la mañana que a veces se confunden con la presencia de hormigas o lombrices.
Las dos especies más conocidas son el grillo de las casas (de color marrón amarillento, con tres rayas oscuras en la cabeza) y el grillo de campo (de color negro). Ambas especies son invasoras de las casas. Tienen hábitos nocturnos. Normalmente son atraídos a sectores iluminados.

Tienen una metamorfosis muy similar a la de las cucarachas, completando una generación por año. Las ninfas y los adultos son visualmente similares, pudiéndose notar diferencias en el desarrollo de las alas.
Son omnívoros, pueden comer casi todo. Son especialmente atraídos a materiales como la seda, el algodón y derivados, lo cual los hace potencialmente peligrosos contra las prendas de vestir, como asi también frutas y vegetales en general.

Cuando los grillos se encuentran presentes en gran cantidad ocasionan daños e invasiones de consideración; en especial el grillo de campo, quien ocasionalmente puede presentarse en números importantes, cubriendo amplias extensiones.

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